Creo firmemente que cada experiencia en la vida nos ayuda a crecer. Si la vivimos con consciencia, nos puede dar mucho para crecer. O al menos, así ha sido para mi y es mi invitación abierta a todas las que están por convertirse en mamás (y también papás), incluso antes de embarazarse.
Aún cuando andamos por la vida, no queriendo ver los que nos pasa, hacer conscientes nuestras emociones, ni hacernos responsables de nuestras decisiones, al llegar a la maternidad, BAM! Nos lo topamos de frente. Y aunque es muy complejo y cada tema, podría ser un libro, hoy quiero solamente compartirles algunas reflexiones
El proceso de fertilidad
A quienes enfrentan un proceso complicado de fertilidad, las puede llegar a confrontar y a darse el tiempo de reflexionar sobre sus mayores miedos; esos que parecen no ser importantes, pero que sin darnos cuenta forman una pared que obstruye completar nuestro sueño de ser mamá. Aunque cada historia es diferente hay ciertos aspectos que predominan y a los cuales se enfrentan la mayoría de las mujeres en procesos de fertilidad; algunos de ellos son:
- Perder el control.- Lo cual nos refleja a la controladora que hay en nosotros.
- A no ser suficientemente buena.- Porque nuestra historia de vida así nos lo ha dictado.
- Miedo a lo desconocido.-Como va a cambiar mi vida?
Todas estas nos reflejan nuestra falta de confianza en la vida y en nosotras mismas. Una autoestima lastimada, quien realmente puede juzgar si eres o no suficientemente buena en algo. Los parámetros deberían ser internos, pero la realidad es que pocas veces lo son.
El embarazo
Una etapa descrita en general como de cuento, puede realmente sacudirnos. ¿A que nos enfrentamos? Ya sea de manera consciente o inconsciente, una o mas de las siguientes situaciones se presentan:
- Emociones a flor de piel.- Cuando por años hemos aprendido a taparlas y a “manejarlas” para que no afecten nuestro día a día.
- Miedos.-Una vez mas nuestros miedos surgen y se potencializan en cada aspecto. ¿Y si algo nos pasa?¿Y si no puedo con el parto/dolor? (Por lo que muchísimas mujeres hoy en día hacen una cesárea electiva)
- Incertidumbre.- Y esta “manía” de nosotros de querer todo con certeza; sin querer darnos cuenta que esto es imposible. La ansiedad se puede manifestar fuertemente.
- Control.- De la mano de la anterior, la planeación se vuelve clave para bajar nuestra angustia; cada detalle planeado en el cuarto, el parto, su llegada a casa, etc.
- Evitar el contacto.- El punto anterior esta muy ligado a este. Poner en lo externo, lo que nuestro interior no puede manifestar es muy común. Por ejemplo, es más fácil concentrarse en el color de la cuna que enfrentar nuestros miedos o aceptarlos. (Ojo, de todas formas creo que emocionarnos por la cuna o cualquier otro detalle, es parte del proceso; solo que me parece que dejamos demasiado de lado lo demás)
El parto
Voy a referirme al parto natural; la cesárea desde mi punto de vista es aún mas complejo. En mi experiencia personal, investigación y lo que he observado, es que en el parto se vuelcan la mayoría de las emociones antes mencionadas; pero con sus efectos muy concretos.
- El miedo.- Se hace presente y esta muy relacionado con el nivel de dolor, según Daniela Moore, autora del libro Los 4 secretos para un parto sin dolor.
- Control.- Que tan aprehensivas somos o nuestra capacidad de fluir, impacta el tiempo del trabajo de parto. Por eso los partos después del primero, son cada vez mas cortos; ya sabemos que esperar.
- Desconexión.- Si logramos conectar con lo que son solo “sensaciones”, según mi gran maestro Hector Marcelli, lograríamos fluir mucho más y esto es sumamente cierto en el parto. Nos desconectamos tanto de nuestro sentir físico y emoción y nos concentramos solo en el dolor, haciéndolo difícil de manejar.
La maternidad, la crianza.
Sobre este tema hay varios libros, tal vez porque es la etapa que mas dura y nos da mas tiempo a reflexionar, trabajar en nosotros mismos, para poder crecer.
Laura Gutman, quien ha trabajado con las mujeres por años y ha escrito libros sobre la maternidad, así como talleres y conferencias, plasma este crecimiento en su libro “La maternidad y el encuentro con la propia sombra”. Martha Alicia Chavez, escritora, conferencista y tallerista mexicana, lo llama la “parte oculta”.
Nuestras expectativas puestas en nuestros hijos, desde el momento de nacer; que si debería dormir más o menos, llorar menos; ser sociable (si, se los exigimos desde bebés muchas veces), sonreir, estar tranquilos, jugar mas o menos, convivir con mas niños o estar mas en familia, dejar el pañal, dormir solos, comer solos, leer, escribir, etc. Es un sin fin de expectativas, que la verdad solo les complica la vida. Pero si tomamos esto para empezar a crecer, nos puede ser de profunda ayuda.
Otro punto es que son nuestro espejo. Lo que no nos gusta de ellos, tiene que ver con nosotros mismos; por eso nos hace detonar. Así que ahí tienes, una gran herramienta, pero empezar a voltear a ti.
Muchas mamás quieren hacer las cosas diferentes, sin darse cuenta que si no sanan sus heridas del pasado, de una forma u otra están repitiendo la misma historia.
Por todo lo anterior, para mi la maternidad es una de las facetas que si nos lo permitimos, si tomamos consciencia, puede motivarnos, ayudarnos o detonarnos a sanar parte de nuestra historia y por ende a crecer. Es una maravillosa oportunidad de brincar nuestros miedos, conocer nuestra sombra o “parte oculta” y lograr así modificar algo y por ende crecer.
Renata Mohar para Mystical Woman
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