Hay una canción que me encanta que dice: “Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio … y coincidir”

Escuchaba con atención hablar entre dos personas (mujeres) sobre su cuñada o concuña, la verdad es que no entendí bien quién con exactitud pero no precisamente estaban expresándose de la mejor manera. Que si iba muy pintada a la piñata del sobrino, que además el outfit estaba muy fuera de lugar pues no debió haber llevado semejante escote, la verdad “no sé como -el hermano- le permite vestirse como se viste” … wow! la verdad es que no podía creer lo que estaba oyendo, y para serles bien bien honesta si me daban ganas de quedarme a escuchar más pero no pude. Lo que si, es que esa conversación desató en mi definitivamente el escribir sobre la diversidad. Un tránsito digno de Urano.  Donde #TodosSomosUno y es a través del respeto, la educación, la tolerancia y la aceptación el coincidir porque por “algo” o PARA “algo” estamos coincidiendo con nuestro entorno, aquí y ahora.

En donde quiera se cuecen habas. No hay familia perfecta. No hay cuñado perfecto. No hay hermano perfecto y por supuesto que siempre va a haber la oveja negra de la familia, la bruja, la gorda, la flaca, el sentido, el traumado, el incomprendido, el odiado, el gastalón, el hocicón, el que no tiene filtros, el consentido, el relajado y demás… ¡hay de todo en la viña del Señor! Y sí, bendita diversidad.

Lo más importante aquí es que a la familia la escogemos desde antes de encarnar y bueno, si, hay que aprender de la cuñada incómoda, de la suegra que “no me quiere”, y aclaro: la mía si me quiere y un montón! 😊, el sobrino metiche, etc etc … por o para algo comparten sangre. Aprender que no somos iguales pero coincidimos en este momento y con respeto y amor podemos lidiar con lo que nos toque, será básico para no engancharnos, no vibrar en el juicio, ni en la envidia (porque créanme que lo que se sentía era envidia de la cuñada con 10 kilos y 10 años menos de las queridísimas que estaban en el consultorio y por la cual estoy escribiendo este post)

Aprender que “a pesar de ti “yo Soy, yo vivo y soy feliz no tiene porqué afectarte. Cuando identifiques el sentimiento de juicio y desde dónde la juzgo, de envidia y desde donde la envidio, de celos y porqué siento celos, tal vez un sentido de competencia… no lo sé, cada quien sabe desde donde siente y porqué lo siente. Pero es importante el identificar esa emoción y sobre todo el porqué de la emoción para que no se convierta en sentimiento que después es más difícil de identificar.

Al final, qué bueno que somos diferentes porque qué aburrido que todos pensemos de la misma forma, qué aburrido que a todas las mujeres nos guste el mismo galán y viceversa, qué difícil que no haya contraparte en nada, la salpimienta de la vida se forma de esas diferencias.

Cuéntame, tú que opinas, ¿alguna vivencia en especial que nos quieras compartir? Los leo queridísimos …. Déjenme sus comentarios y compartan con quien vibra igual que tu.

Marvi para Cuarto para la Luna